Han pasado seis días desde que el Presidente Pedro Sánchez anunciase el estado de alarma en España. Este día será uno de los que no olvidaremos nunca. (Nos ocurrirá como con los atentados de las Torres Gemelas de Nueva York, que todos nos acordamos donde estábamos ese día). A mi me pilló en Sevilla, en una de las clases del programa formativo que estoy haciendo en la Escuela de Negocios San Telmo.
El viernes 13 por la mañana ya habíamos decidido que el domingo íbamos a cerrar los cinco restaurantes, pero la alerta nos hizo adelantar el cierre al mismo viernes.
El sábado solo dejamos abierto OBA Tapas para atender las pocas reservas que los clientes no habían cancelado. Convocamos a los representantes sindicales para informarles que íbamos a presentar un ERTE por causas de fuerza mayor y que pasarían a cobrar sus salarios del SEPE (Antiguo INEM). Con el cierre de los cinco restaurantes no tenemos otra alternativa.
Imagino que todos habéis sentido una terrible mezcla de emociones negativas al ver vuestros restaurantes cerrados sin saber hasta cuando. Rabia, impotencia, miedo, incertidumbre, etc. Tantos años trabajando tan duro, haciendo muchos sacrificios para levantar nuestros negocios y de repente, de un día para otro, tenemos que cerrar.
En nuestra cocina central hemos mantenido la actividad para continuar prestando servicio a nuestros clientes de Miplato.es. Para proteger a nuestros trabajadores y clientes hemos hecho un Plan reforzado de seguridad alimentaria ante el COVID-19.
En estos días apenas hemos recibido pedidos de nuestros clientes de hostelería, la inmensa mayoría están cerrados, los pocos que hacen envíos a domicilio nos informan que le han bajado mucho las ventas y se están planteando cerrar.
La mayoría de los pedidos que nos están llegando a Miplato.es son para personas mayores, esto nos anima a seguir trabajando por ellos, el colectivo más vulnerable de esta crisis.
He querido dejar pasar unos días para tener buenas noticias que compartiros, porque hasta ahora no había muchas señales esperanzadoras y no me encontraba con fuerzas de animar a nadie. Lo veía todo muy negro, pero hoy empiezo a ver la luz al final del túnel.
Algunas reflexiones
La primera es acerca del culpable de esta crisis, como en todo asesinato, la primera pregunta es: ¿A quién beneficia? Opino que esta crisis beneficia a los países y empresas que tienen liquidez financiera porque muchas empresas de todo el mundo han perdido mucho valor y están más baratas que nunca, el momento ideal para comprarlas. ¡El mundo está de oferta!
La segunda es sobre los restaurantes que tienen más posibilidades de sobrevivir a esta crisis. Serán los que tengan un buen fondo de maniobra (liquidez no comprometida) y los restaurantes familiares con pocas deudas y pocos empleados. Todo dependerá del tiempo que dure la crisis, cuanto más tiempo pase más empresas morirán.
La tercera es la principal ventaja que nos ofrece esta crisis, el tiempo, el bien más escaso ahora nos sobra. Tiempo para estar con nuestras familias, el que aún la tenga. Para reírnos, las redes sociales están llenas de memes y bromas sobre el Coronavirus. Tiempo para pensar, el día a día apenas nos dejaba tiempo para reflexionar. Tiempo para prepararnos para salir de esta crisis en cuanto nos dejen abrir nuestros restaurantes.
Ahora hablemos sobre las buenas noticias para levantar el ánimo:
- Ayer miércoles los chinos anunciaron que tenían una vacuna que había funcionado en primates e iban a probarla en personas. EEUU e Israel también tienen las suyas, a ver quien la saca antes.
- Los contagios en Corea del Sur y China se desploman. En China han cerrado su último hospital temporal construido para controlar el COVID-19 porque no hay suficientes nuevos casos.
- Diferentes tratamientos ya están teniendo éxito en India, Holanda y Canadá.
- En algunas ciudades Chinas como Pekín y Shanghai la gente sale a comer a los restaurantes.
Sobre las medidas del Gobierno de España no me voy a pronunciar, la información está en el decreto que se publicó ayer miércoles.
Durante las próximas semanas os seguiré compartiendo mis reflexiones.
¡Abrazos!