La importancia de un servicio de sala excelente.

Un restaurante triunfa por la cocina, pero también por el servicio de sala.

A lo largo de los últimos años hemos vivido un encumbramiento, tan justo como innecesario en según qué casos, de la cocina. Grandes chefs que reclaman sus habilidades y virtudes por doquier y que llenan páginas de revistas especializadas o programas de televisión.

Es, sin duda, cierto que la buena cocina es una parte esencial del reclamo de un restaurante. Pero no lo es menos que la experiencia que busca el cliente cuando se decanta por nuestro establecimiento no se vive en la cocina, se vive en la sala.

Todos sabemos lo importante que es la atención al cliente, pero, aun así, es demasiado frecuente un servicio de sala con carencias.

 

Como consecuencia de la gran eclosión del arte culinario, el trabajo que se hace en la sala ha perdido aún más de su siempre escasa visibilidad. Canibalizado por la brillantez de los platos, los valores tradicionales del buen servicio de sala parecen haber perdido importancia.

Sin embargo, los cocineros cocinan, pero no sirven al cliente. El trabajo de los camareros es tan importante, al menos, como una buena comida. De tal forma, que el cliente solo obtendrá la experiencia completa que le ofrece nuestro restaurante si ambas, cocina y sala, están al mismo buen nivel.

 

El trabajo de los camareros condiciona, en buena medida, la experiencia final del cliente en el restaurante.

En los restaurantes del grupo Bodegas Mezquita entendemos el servicio de sala como una filosofía de trabajo que tiene por objetivo principal el cliente. Somos conscientes de la importancia que tiene en las experiencias que ofrecemos a nuestros clientes.

El cliente es y debe ser el foco principal del servicio de sala.

Un buen servicio de sala se caracteriza por la discreción, el sentido del humor y la empatía con el cliente. Cercanía, pero sin caer en familiaridades impertinentes. Básicamente se trata de dominar el complicado arte de estar en el lugar exacto. Se trata de marcar el tempo perfecto en el trato humano, ni cargante ni escaso.

Después de todo, la obligación de un restaurante es ofrecer a sus clientes experiencias lo más completas que sea posible. Y para eso, tenemos que ser conscientes de que los grandes restaurantes del mundo los son gracias a los detalles. Detalles que en su mayor parte se gestionan desde la sala.

Lo importante va más allá de las bondades de nuestra cocina, lo importante está en todo lo que rodea a ese plato. Si cuidamos al máximo todos los detalles del conjunto podremos ofrecer una experiencia mucho más completa y satisfactoria. El cliente cada vez tiene más información y debemos estar bien preparados en muchas disciplinas para poder interactuar con él. Y es que, al final, la única razón de existir de un buen restaurante es generar felicidad para sus clientes.

Es precisamente en la sala donde se hacen patentes los cambios sociales. La evolución sociológica debe ser la referencia que no guíe para  adecuarnos a los nuevos tiempos. Un restaurante debe avanzar con su clientela para cubrir siempre sus necesidades.

 

Un buen servicio de sala se caracteriza por la discreción, el sentido del humor y la empatía con el cliente.

El servicio de sala es considerado por muchos el 60% del éxito de un restaurante.

Por eso, los profesionales de la gestión de restaurantes deberíamos aprender de los errores del pasado. Caminar con paso firme hacia el futuro. Un futuro que recupere el sentido común y ponga en valor el cliente, como el mayor activo que tiene un restaurante.

Las nuevas generaciones de camareros deberán estar más formadas que nunca. Ser conscientes de que en su trabajo reside la esencia de la experiencia que finalmente perciba el cliente.

Hay quienes auguran que la sala será la próxima revolución en el mundo de la hostelería. Y tal vez tengan razón. Tenemos ya una necesidad importante de que la gastronomía se vuelque con la sala. Necesitamos una evolución importante en este sentido. La sala se ha quedado atrás, en buena medida, por la explosión de la cocina y la pasión que ha levantado en los jóvenes. Ahora debemos propiciar un cambio para que las nueva hornadas de profesionales se apasionen por el trabajo de sala. Tal vez así consigamos equilibrar un poco las fuerzas.

Seguro que opinas como yo. Seguro que das la importancia que se merece al servicio de sala de tu restaurante. Y ahora que ya que tienes claro la importancia de la fidelización, tal vez te interese saber más sobre como incrementar las ventas de tu negocio o como reducir los gastos.

Fórmate con el Método Gas. Atrévete a mejorar, muchos lo han hecho ya y han conseguido que sus negocios funcionen incorporando criterios profesionalizados de gestión de restaurantes.