¡Hola! Soy consultor de #RestaurantesFelices.

Hay ocasiones en la trayectoria profesional de un empresario en las que necesitas que te echen una mano. Alguien que te oriente. Un mentor. Un asesor de negocios. Tal vez un consejero de confianza.

 

Vamos… que hay veces que necesitamos un consultor.

Si estás buscando un consultor externo para tu restaurante lo primero que debes es tener clara la situación real en la que se encuentra tu restaurante. Básicamente, hay tres situaciones posibles:

 

1. Restaurantes con problemas insalvables.

2. Restaurantes en apuros, pero que SI tienen solución.

3. Restaurantes que funcionan porque mantienen a su propietario esclavizado.

4. Restaurantes que van bien y se duermen en su éxito.

5. Restaurantes felices que quieren ser aún más felices.

 

Esto es lo que necesitas saber sobre estos cinco tipos de restaurantes y cómo ve cada uno de ellos un profesional de la consultoría de restaurantes.

1) Los restaurantes que están en apuros insalvables.

 

Lo cierto es que son el caso más complicado y, generalmente, es muy difícil poder ayudarles. Hablamos de restaurantes que están en situaciones auténticamente desesperadas a las que han llegado a base de perseverar en todos (o casi todos) los errores de gestión posibles. La situación en ellos es tan mala que sus dueños son incapaces de ver claras las causas y mucho menos de ponerles remedio.

Y es que verás, todos los problemas de «negocios» son en realidad problemas de personas disfrazados y, por muy bueno que sea, el consultor necesitará un tiempo para descubrir los problemas reales que afectan a tu restaurante. Los dueños de este tipo de establecimientos suelen achacar sus males a problemas que solo tratan de esconder el problema real. El verdadero origen de lo que está sucediendo suele estar como a  unas cinco capas más de profundidad de lo que el propietario reconoce.

¿Qué se puede esperar de un consultor en estas circunstancias? Pues prácticamente nada, salvo que intente abrir un cauce de entendimiento con el propietario del negocio que consiga hacer florecer las raíces del problema e intentar atajarlo. Lo que es seguro es que si el empresario ha esperado demasiado tiempo para contratar los servicios de un experto y lo ha hecho como el que reza un último «Ave María», lo único que queda por discutir es cómo cerrar el negocio lo antes posible y de la mejor manera para todos los involucrados.

Francamente, por lo general no tienen solución porque, desgraciadamente, su propietario no está dispuesto a cambiar o se ha quedado sin recursos económicos. Así de simple.

 

Por favor, no dejes nunca que tu restaurante llegue a este punto.

 

2) Restaurantes en apuros, pero que SI tienen solución.

 

Estos restaurantes, definitivamente, necesitan una visión externa de sus problemas que sea capaz de detener y controlar cada una de las cosas que se están haciendo mal porque, de lo contrario, terminarán cerrando sus puertas. El problema es que necesitan una ayuda urgente que no es fácil de implementar en esa situación. En algunos casos, se puede intentar aliviar la sangría de pérdidas con algunos ajustes de marketing, lo que ciertamente aliviará la presión que se siente frente al abismo del desastre… aunque solo sea por una temporada.

 

Sin embargo, estos restaurantes tienen un propietario que está dispuesto a cambiar y dispone de recursos económicos para cambiar su estrategia. Ambas son circunstancias que facilitan la labor del consultor que, disponiendo de un mínimo de tiempo, estudiará las vías de solución a los problemas que afectan al restaurante y planteará un plan de acción que lo reflote y lo lleve al éxito.

 

Si este es tu caso, no lo dudes, busca ayuda profesional antes de que sea demasiado tarde y entres de cabeza en la categoría anterior. El Método Gas es perfecto para ti. Sería un apena que no lo intentaras.

 

 

3) Restaurantes que funcionan porque mantienen a su propietario esclavizado.

 

Sea miércoles o domingo, en pleno mes de agosto o en el puente festivo más señalado, mañana, tarde y noche, el dueño de este tipo de restaurantes está siempre al pie del cañón. Jamás se ausenta del negocio, salvo por causa de fuerza mayor, y, lo que es más grave aún, piensa que así debe ser aunque no le guste.

 

Estos restaurantes están dirigidos por personas que no saben delegar pero que son conscientes de que los beneficios que obtienen no compensan su pésima calidad de vida. Son personas que odian perderse los eventos familiares, las bodas de los amigos o hacer una escapada de fin de semana con su pareja. La buena noticia para ellos es que, con la disposición adecuada, sus dueños pueden profesionalizar su gestión, aprender a delegar y terminar disfrutando de su tiempo libre al dejar de ser simples esclavos para convertirse en auténticos empresarios.

 

¿Te sientes esclavo de tu restaurante? El Método Gas puede ayudarte a liberarte de una vez por todas y a ganar más dinero. ¿De verdad necesitas pensártelo?



4) Restaurantes que van bien y se duermen en su éxito.

Los restaurantes que están satisfechos con cómo funcionan las cosas suelen ser los más difíciles de trabajar y, por lo general, en raras ocasiones se ponen en contacto con un consultor.

Recuerda esto de aquí en adelante: No hay nada más peligroso que la zona de confort.

¿Por qué? Pues porque el mercado cambia, así de sencillo. Es una ley fundamental en economía. Lo más probable es que mientas el dueño de uno de estos restaurantes se siente plácidamente protegido por la situación de bonanza, la competencia tome posiciones en su mismo mercado y lentamente comience a devorar su parte del pastel. En los casos más graves de ceguera provocada por el éxito, algunos de estos restaurantes viven tan ajenos a los cambios que se producen en su mercado que cuando quieren reaccionar ya se han convertido en restaurantes de esos que tienen infinidad de problemas.

Tampoco deberías caer en esto, por favor. Si no estás dispuesto a implementar los cambios que necesita tu negocio para seguir siendo tan rentable como lo eres ahora, probablemente ningún consultor querrá hacerse cargo de tus problemas cuando lleguen. Y créeme, si insistes en no querer ver, llegarán.

 

¿Tu restaurante va viento en popa? ¡Enhorabuena! Si quieres anticiparte y no ser devorado por la competencia, deberías actuar ya. Deja que te ayudemos con el Método Gas y sigue triunfando por mucho tiempo.


5) Los #RestaurantesFelices.

 


Estos restaurantes son el cliente ideal de un consultor. Por muy bien que estén, por muy bien que vayan, siempre quieren hacerlo todavía mejor. Estos restaurantes entienden que la consultoría y el mentoring son una inversión que siempre genera un gran retorno en el negocio.

Estos son los #RestaurantesFelices que están en lo más alto del mercado y planean quedarse allí.

Son empresas que afinan todos sus procesos como si fueran un atleta de alto rendimiento. Lo que separa al ganador de la medalla de oro y al medallista de plata en los Juegos Olímpicos a veces es solo una fracción de segundo. Los restaurantes de alto rendimiento lo saben y buscan mantener su ventaja. La cultura de estos restaurantes valora el aprendizaje por encima de la simple capacitación. Buscan la superación personal para dominar su mercado e invierten en los tres  posibles enfoques de la consultoría: en gente, en procesos y en productos.

 

En Método Gas nos encantan los #RestaurantesFelices. De hecho, estamos empeñados en convertir en #RestaurantesFelices a los restaurantes con problemas que tienen solución, a los que funcionan pero tienen esclavizado a su dueño y a los que se duermen en su propio éxito. Es nuestra misión y nuestra vocación.

En todo caso, tanto si crees que lo necesitas como si crees todo lo contrario, el mejor consejo que puedo darte es que pidas una entrevista con un consultor experto y comentes con él la situación de tu negocio. Te sorprenderás de las aportaciones a tu gestión que puede hacer un profesional que observa tu restaurante desde fuera. No tienes nada que perder.

 

Serás, por muchos años, uno de los mejores #RestaurantesFelices.

 

Fórmate con el Método Gas. Atrévete a mejorar, muchos lo han hecho ya.  Y consigue que tu negocio funcione incorporando criterios profesionalizados de gestión de restaurantes.